Astérix y Obélix: los únicos franceses que nos caen bien.


Aunque este blog trata del tebeo español, hoy haré una excepción hablando de los únicos franceses que nos caen bien: Astérix y Obélix. Aunque con el inevitable chauvinismo inherente a cualquier cosa hecha por nuestros vecinos del norte, los tebeos de Astérix y Obélix unen a su esmerada técnica, unos guiones realmente graciosos y bien tramados. Los personajes secundarios responden a arquetipos perfectamente reconocibles y uno llega a tomarles cariño a lo largo de las diversas aventuras. La aldea gala es un microcosmos socarrón que llega a sernos familiar. La complicidad con el lector es siempre risueña y las aventuras son variadas y llenas de guiños.
Entre todas las aventuras de esta pareja, mi favorita siempre ha sido "Obélix y compañía", excelente sátira sobre el capitalismo que, en tiempos de crisis como los actuales, cobra renovada vigencia a pesar de estar realizada hace casi treinta años. En síntesis, narra el intento por parte de los romanos de debilitar a los galos siguiendo la estrategia propuesta por Cayo Coyuntural (prototipo genial del lechuguino"yuppie") : el afán de lucro, el oro, será lo que les debilitará. Quiere convertirlos en "decadentes". El romano comienza a comprar a precios desorbitados los menhires que fabrica Obélix. A partir de ahí, se originan una serie de consecuencias económicas y sociales que transforman la pequeña aldea gala en una incipiente sociedad capitalista y consumista. Todos los hitos de la economía de mercado (la competencia desleal, la explotación, la publicidad, la manipulación de los precios...) son descritas irónicamente mediante el nuevo "mercado mundial de menhires" que se crea a partir de la argucia de Cayo Coyuntural y que llega a amenazar con la bancarrota del propio Imperio. En resumen, una fábula risueña que bajo las siempre amenas andanzas de los simpáticos galos, contiene una espléndida radiografía de la sociedad de consumo.

Los parientes pobres de Mortadelo y Filemón.


Cuando la Editorial Bruguera cerró sus puertas en 1985, el gran Francisco Ibáñez, dibujante de referencia de la emblemática casa, se encontró con la surrealista situación de que no podía legalmente seguir dibujando a sus famosos personajes, ya clásicos en la historia del tebeo en España: Mortadelo y Filemón, Pepe Gotera y Otilio o 13 Rue del Percebe pertenecían a Bruguera en lugar de a su creador. En los tres años en que el genio trabajó para Grijalbo, nacieron nuevos personajes que intentaron, sin conseguirlo, ocupar el lugar de los viejos clásicos.
Así, "Chicha, Tato y Clodoveo (de profesión sin empleo) " intentan sustituir a Mortadelo y Filemón en el Madrid de la Movida. Como detalle más curioso, destacar la estética del personaje femenino del trío, muy en la línea "cyberpunk" del Madrid ochentero.
Como alternativa a la mítica "13 Rue del Percebe", surgió una clónica "7 Rebolling Street "que ocupaba dos páginas enteras, frente a la página única de su hermana mayor.

Aunque estas historietas tenían su gracia y estaban realizadas brillantemente, siempre carecieron del "gancho" sentimental de las series clásicas. Los lectores teníamos la decepcionante sensación de estar consumiendo una especie de sucedáneo. Afortunadamente, esta situación atípica cesó cuando en 1988 Ediciones B heredó los derechos retenidos por Bruguera y el maestro Ibáñez pudo así "resucitar" a sus gloriosos personajes de siempre.

Carpanta.


Si hay un eslabón perdido entre la novela picaresca del Siglo de Oro y el tebeo, éste es, sin duda, Carpanta. Creación de Escobar, apareció por primera vez en el año 1947 en la revista Pulgarcito. Carpanta es el símbolo del hambre insatisfecha. Para entender la génesis de un personaje como Carpanta, que exhibe como rasgo risible precisamente su condición de hambriento, hay que situarse en el contexto histórico de la época.
Tras la Segunda Guerra Mundial, España sufre un cerco económico por parte de las naciones vencedoras en la contienda que agudiza la ya precaria situación de abastecimiento consecuencia de la Guerra Civil. A pesar de lo que pudiera parecer, el español de la época, lejos de deprimirse por las penalidades que el cerco extranjero le hace padecer, acepta la situación con cierto estoicismo alegre y desafiante que se refleja en el argumento de numerosas películas y obras de teatro de esos años, en las que el hambre aparece como una especie de molestia pasajera y superable.
Carpanta es el reflejo tebeístico de ese estado de ánimo. En esta época de crisis en la que vuelven a aparecer situaciones que ya creíamos superadas, es inevitable recordar a Carpanta, el español que se burla de su propia hambre.

Feliz 2009.

En este 2008 que termina se han producido dos acontecimientos históricos en el mundo tebeístico: la aparición de Tebeos y Cultura y el 50 Aniversario de dos de los grandes : Mortadelo y Filemón. Como homenaje al gran Ibáñez, hemos elegido a sus inmortales personajes para felicitar el año a nuestros lectores.

El Mago Morgano.


Queremos, desde Tebeos y Cultura, rendir un merecido homenaje al Mago Morgano, personaje injustamente olvidado en ocasiones y sin cuyo maravilloso invento del globo aerostático (que sería vilmente plagiado unos siglos después por Montgolfier) no hubiera podido el Capitán Trueno recorrer el mundo en la forma en que lo hizo. Recordemos que el Mago Morgano fue liberado de sus cadenas por el Capitán Trueno en uno de los primeros episodios. Una tormenta soltó las amarras del aparato y el Capitán Trueno y sus amigos, arrastrados por el viento al tratar de liberarlo, dieron comienzo al primer viaje aéreo de la Historia. Gracias al globo de Morgano, cada vez que las aventuras requerían un cambio rápido de escenario, podíamos pasar, por ejemplo, en menos de seis viñetas, del África negra a la Isla de Thule. Subidos en la barquilla del globo de Morgano, una generación entera de españoles viajamos desde el polo Norte a los desiertos más inhóspitos, visitamos Tierra Santa y todo el Oriente Próximo y ascendimos a las cumbres de las montañas olvidadas. Gracias Morgano.

El principio de todo.


El 17 de marzo de 1917 se publicaba en Barcelona el primer número de TBO, la revista que dio nombre en España al género que en el mundo anglosajón se conocería como cómic. Aquel primer número que se vendía al precio de cinco céntimos de peseta, fue el punto de partida para un auténtico fenómeno social como atestiguan las tiradas de los años 20 y 30 que nunca bajaban de los 160.000 ejemplares semanales. En los años 50 y 60 esta cifra se duplicaría.
La revista, pensada en un primer momento para niños, sería leída con fruición por toda la familia: humor costumbrista algo ingenuo, pero delicioso. En una época en que no existía la TV ni los videojuegos, aquellas páginas llenas de dibujos eran un espectáculo maravilloso para los niños españoles de varias generaciones.
Esta maravilla no hubiera sido posible sin unos geniales humoristas gráficos cuyos nombres quedarán en la Historia como los de pioneros de un nuevo arte: los Opisso, Muntañola, Mestres, Castanys, Urda, Tínez...y un largo etcétera fueron magníficos narradores gráficos que crearon personajes inolvidables como el profesor Franz de Copenhague, Babalí o la familia Ulises.

A todos ellos: Gracias.

Historia del tebeo en España.



El Olor de Los Tebeos

ISBN: 9788481915907

Conget, José María

ISBN 10: 8481915904
ISBN 13: 9788481915907
Editorial: Pre-Textos Ediciones
Fecha de publicación: 2004

Este libro de José María Conget (Zaragoza, 1948) constituye una erudita y, sin embargo, amena evocación de la historia del tebeo en España. El autor pasa revista tanto a los tebeos españoles como a los extranjeros publicados en España.
Junto a personajes conocidos por todos como el Capitán Trueno o Tintín, descubrimos otros de más efímera existencia y de curiosa y, a veces, pintoresca trayectoria. Una delicia bibliográfica imprescindible para todos los amantes del tebeo clásico.